¿Qué es el estrabismo?

Es la pérdida del paralelismo de los ojos. Los dos ojos no miran al mismo sitio, uno de ellos dirige la mirada al objeto que fija, mientras que el otro se desvía en otra dirección.

Para que dos ojos estén sincronizados en sus movimientos y en todas sus posiciones, se requiere sobre todo la misma visión y capacidad acomodativa en los mismos. Los seis músculos que mueven cada ojo deben trabajar juntos de un modo coordinado.

La mayoría de los estrabismos ocurre en los niños. El estrabismo en la niñez, puede producir que el cerebro suprima la imagen que corresponde al ojo desviado.

¿Cuáles son los tipos de Estrabismo?

En algunos casos siempre es el mismo ojo el desviado. En otros son los dos, lo cual se denomina estrabismo alternante.

¿Cuáles son sus principales manifestaciones?

Ningún niño es demasiado joven para ser examinado; el cuidado temprano en los ojos del paciente con estrabismo puede impedir luego problemas que no pueden ser receptivos a la corrección. La meta está en impedir la ambliopía (“ojo perezoso”) y permitir el buen desarrollo de la visión binocular.

¿Cuáles son sus causas más comunes?

Causas diversas, no existe causa única. Factor importante es la herencia familiar. Cuando el estrabismo aparece en edad adulta, las causas más frecuentes son tumores, enfermedades musculares, afectaciones de tiroides, etc.

¿En qué consiste el tratamiento?

Dos fases:

Tratamiento médico:

(Es muy variable) corrección óptica, oclusiones con parches, cristales especiales, ejercicios musculares, todo ello encaminado a intentar recuperar la visión del ojo vago y mejorar la acción de los músculos.

La oclusión es la terapia más importante para los niños que tienen una disminución de la visión (ambliopía). Un parche se pone sobre el ojo normal (“bueno”) para forzar el uso del torcido (“pobre”) con el objeto de que su visión mejore y se igualen. Generalmente, la cirugía para la alineación se demora hasta que la visión del ojo ambliope se ha restablecido y estabilizado.

Tratamiento quirúrgico:

Cuando el tratamiento médico no es suficiente y los ojos persisten “desviados” se debe recurrir al tratamiento quirúrgico, fortaleciendo o debilitando los músculos del ojo. El oftalmólogo indicará la cirugía para ayudar a conseguir buena visión y evitar que los ojos se tuerzan, pero deberá tener en cuenta que habrá que unir parte del tratamiento médico ya comentado.

La cirugía se puede hacer sobre uno o varios músculos del ojo; y podrá efectuarse a veces con la inyección de ” toxinas botulínicas “, sin tener que recurrir a la cirugía con ingreso y bajo anestesia general. El oftalmólogo indicará el proceso a seguir.

¿Qué complicaciones pueden existir?

Hay que tener en cuenta que en todo proceso quirúrgico pueden surgir complicaciones. La más frecuente es la necesidad de una posible segunda intervención, para conseguir los resultados deseados. Algunas otras complicaciones poco probables son: infecciones, reacciones alérgicas y caída del párpado superior.