¿Qué es el trasplante de córnea?

El trasplante de córnea es una intervención quirúrgica por la cual se sustituye una córnea dañada por otra normal de un donante. La córnea es la lente más externa del ojo que por su transparencia y por su altísima capacidad óptica, requiere conservarse clara para permitir una visión normal.

¿Cuándo se ha de hacer un trasplante de córnea?

Existen múltiples enfermedades de la córnea que exigen el trasplante para recuperar la visión. Entre ellas destacan: traumatismos, infecciones (especialmente por herpes y conjuntivitis cicatrizante), deformidades corneales (el más frecuente es el queratocono), etc.

¿En qué consiste la cirugía?

En los últimos años la cirugía de ojos ha mostrado un alto nivel de eficiencia y relativo confort. La cirugía de trasplante de córnea es el más exitoso de todos los procedimientos de trasplante de órganos y tejidos, y las técnicas se mejoran constantemente.

El procedimiento busca remover la parte central de la córnea dañada del paciente y reemplazarla con la córnea transparente de un donante. El procedimiento es minucioso y se realiza bajo visión microscópica. La sutura que se usa es mucho más fina que un cabello humano.

Normalmente se plantea con anestesia local y en régimen ambulatorio. La intervención dura de 40 a 90 minutos, dependiendo del caso y en el post-operatorio inmediato se mantiene el ojo ocluido por unos 3 a 5 días.

¿Qué resultados se obtienen de la cirugía?

Depende sobre todo de la enfermedad a tratar. En el queratocono los resultados son muy buenos, mientras que en los ojos multi-lesionados (traumatismos o complicaciones de cirugías previas) las expectativas son más reservadas. No se ha de olvidar que asociado al trasplante se pueden hacer otras intervenciones en el ojo como: extracción de catarata, implante de lente intraocular y vitrectomía.

Por ser la córnea un elemento óptico muy sensible, es casi la norma el que quede un defecto dióptrico a corregir. Esto quiere decir que según sea la situación, se planteará la corrección final con anteojos, pupilentes o cirugía refractiva.

En casos donde el primer trasplante ha fallado y la córnea donada se opaca, un segundo trasplante puede ser la solución.

¿Cuáles son los cuidados post-operatorios?

Algunas personas experimentan algo de malestar e incomodidad en el ojo después de la cirugía. La incapacidad laboral varía de acuerdo al trabajo de cada persona, pero en general se requiere una incapacidad de aprox. 10-15 días después de la cirugía.

Después de remover el apósito, la visión no es clara inmediatamente. Pasarán varias semanas a meses antes de que la visión se estabilice y que se le puedan prescribir anteojos o lentes de contacto para afinar la vista.

¿Puede haber rechazo?

Antes que nada es importante saber que el rechazo de córnea no significa que el ojo del paciente expele o expulsa la córnea donada y que el ojo se pierde. Lo que significa es que el sistema inmune (las defensas) del paciente receptor atacan a la córnea trasplantada y la opacan.

La probabilidad de rechazo es menor que la de cualquier otro órgano trasplantado en el hombre, ya que la córnea no tiene vasos sanguíneos. El rechazo de otros órganos generalmente se da por incompatibilidad entre el donante y el receptor que es mediada por células sanguíneas.

La córnea implantada puede ser rechazada, pero existen medicamentos que permiten revertir (corregir) el rechazo en la mayoría de los casos y salvar el trasplante siempre y cuando se atienda a tiempo.

¿Qué garantías tienen las córneas donantes?

La legislación obliga a analizar posibles patologías contagiosas del donante. Por otra parte la córnea se analiza para conocer su calidad y se conserva en un medio especial que permite su uso en buenas condiciones un lapso de siete días.

La córneas donantes son seleccionadas cuidadosamente por el cirujano antes de decidir si la va a trasplantar o no.